Divagando, ando… En medio de la re edición de las cartas de presentación y propuestas editoriales, he revisado más blogs de escritoras románticas en estos últimos cuatro días que desde hace casi un año, que fue cuando empecé el blog.
No sólo se revisan los blog de otras escritoras para “vigilar a la competencia”, también se hace para compartir sus experiencias y quizá, algunos consejos creativos. He notado que las autoras románticas, en español, son algo muy parecido a un grupo de apoyo, que se alientan entre sí para no rendirse en esta cruel cruzada de ser escritoras rosa. Lo aplaudo, lo defiendo y espero, algún día poder formar parte “oficial” de este peculiar grupo.
Pero no es de eso de lo que quería hablar (LOL), es que me he puesto a leer unas cuantas “criticas” o, como diplomáticamente las llaman: reseñas, sobre algunas novelas románticas que han salido recientemente, y me encontré con una frase que ya se ha hecho demasiado frecuente, hela aquí:
“…llenos de las citas románticas, las flores y los arrumacos que tanto parecemos aborrecer en una lectura…”

Sí, yo admito que en la vida real, puedo no ser la mujer más romántica de la tierra, y sé que los hombres, en su mayoría, no hacen más que seguir el patrón social de: invítala a salir, cómprale chocolates y llámala al día siguiente. Y eso, cuando están interesados, de lo contrario no esperes las flores ni la llamada, pero en la novela romántica busco esos pedacitos de romance que la vida real se niega a darnos.
Entiendo que cuando escribes novelas de ficción romántica, tienes la libertad de darles a tus personajes tintes fantásticos para hacerlos ese hombre (Sobre todo ellos, distan de ser hombres “reales”) perfecto que gracias a Dios jamás vamos a encontrar, y digo gracias a Dios porque un hombre perfecto en la vida real resulta aburrido y genéticamente hablando, entonces sería mujer (Pff se me salió la feminista que llevo dentro, lo siento).
Mi mayor sorpresa es ver, que no sólo son los críticos redomados los que hacen la clase de comentarios, me caigo para atrás cuando vi a una escritora romántica decir algo como (Parafraseo): “Estoy harta del tipo perfecto que al final suelta un Te amo”… WTF!!!?? Llamen al 911 necesito una ambulancia ASAP. No me jodas, no le eches tierra al género literario en el que trabajas, y además que contradictorio, porque si nos vamos a los hechos, si quieres un hombre real, revísale el celular a tu amiga que empezó a salir con un tipo hace 2 meses y veras lo repetitivo e inverosímil de los mensajes que no salen del ciclo “Te amo princesa, eres lo mejor de mi vida te amo de verdad te amo” Así son los tipos hoy en día (O la gran mayoría, para no generalizar, odio generalizar), esos son sus tipos reales, no quieren tipos perfectos, pero ¿Qué es un tipo perfecto? En mi caso, cuando escribo de “tipos perfectos” busco que: Amen incondicionalmente a su chica, la respeten (Verbal y físicamente) y que sean absolutamente fieles… De lo contrario escribiría historia donde el protagonista le sabe a mierda si la mujer a la que quiere follarse lo ama o no, le diría de puta para arriba si se molestan, la caería a trancazos cada tanto y seguramente se acostaría con su hermana sólo por diversión. Entonces ahí, no estaría escribiendo una novela romántica sino las crónicas de la vecina que cada tanto llega llorando porque el novio la volvió a dejar por otra.
No sé si estoy exponiendo mi punto, el caso es que las novelas románticas son ficción, y creo que su mayor objetivo es satisfacer la necesidad de cumplir a través de la palabra escrita las fantasías más simples de algunas mujeres que todavía creemos en que el príncipe azul existe, aunque nunca salga de los libros.
Yo entiendo que uno busque nuevas cosas cuando lee, pero también hay cosas que esperas que no cambien, por ejemplo, el final feliz, que en su mayoría se da es con un: Te amo, que nos hace llorar por 2 días consecutivos, o están esos finales que terminan con una boda hermosa y cursi, o aquellos finales que vienen de la mano de un bebé.
Como escritora de novela romántica, considero que mientras los personajes te cautiven de forma que rías y llores con la protagonista y te enamores perdidamente del galán, entonces, sólo entonces habrás logrado el objetivo de la novela romántica: Tener esperanzas en el que el amor, todo lo puede, todo lo supera y todo lo logra.

He dicho, nos vemos hasta que nos veamos…
XOXO
Te Adoro!! <3 Por eso amamos el romance, la novela, el amor... Porque es tan imperfecto que nos gustaría hacerlo perfecto, pero sabemos que para eso existen las historias de amor <3
ResponderBorrar@Diana Valencia
ResponderBorrarLos libros nos permiten vivir en un Mundo mejor (Aunque más no sea por unas cuantas horas)... Yo adorote máaaaaaaaaaas mi Lichi preciosa <3
ADHIERO MIL X MIL! lo sabes... de sobra.
ResponderBorrar@Barb
ResponderBorrarAguante a los hombres perfectos de la novela rosa <3