lunes, 23 de septiembre de 2013

Leí: Bel Ami

De Guy de Maupassant

George Duroy, un joven apuesto y sin escrúpulos, llega a París procedente de Argelia, donde ha pasado dos años movilizado con el ejército. En apariencia, es uno más de los muchos jóvenes que pasean por la ciudad con los bolsillos vacíos y la pretensión de acomodarse, pero su buena fortuna le propiciará un encuentro casual con un amigo de la infancia que trabaja ahora como periodista y lo introduce en su círculo, donde el encanto personal de Duroy comienza a abrirle puertas.

Esta novela publicada en 1885, cuenta sin recato alguno (para dicha época) la manera en que George Duroy, un ex soldado venido a menos, que vive en la plena miseria, va consiguiendo de a poco ir escalando posiciones en un juego de seducción, mentiras y traiciones.

En principio George se reencuentra con un ex compañero, Charles Forestier, un reconocido columnista de política, quien lo invita a su casa, donde conocerá a Madeleine Forestier, la esposa de Charles, en dicha cena, donde además está invitado el director general donde trabaja Forestier, Monsieur Walter y su señora Virginie Walter, además de Clotilde de Marelle. George sin saberlo, conoce así a las tres mujeres que lo llevaran a su ascenso en la sociedad parisina.

Charles es el que logra que consiga un puesto en el periódico del señor Walter, pero George carece de
Retrato de Guy de Maupassant, por Félix Nadar, 1888.
gracia a la hora de redactar y es así como llega a las manos de Madeleine, cuya agilidad y pasión para la redacción logran que George cree un muy buen y comentado artículo. Y comenzamos a adentrarnos en los pensamientos de George, atraído por la hermosa y joven esposa de Forestier. Sin embargo sus atenciones no se centrarán en Madeleine, sino en Clotilde, una mujer joven, cuyo esposo es más una figura de adorno que un marido como Dios manda, ya que por su trabajo pasa la mayor parte del tiempo viajando, de esta manera se da pie a una relación clandestina con Clo, llena de algunos altibajos puesto que, George se siente miserable y herido en su orgullo ya que Clotilde comienza a darle dinero –uno de sus más graves problemas-. Pero ocurrirá, lo que finalmente pone a George un peldaño más arriba y a cambiar su perspectiva.

Forestier, padece una grave y letal enfermedad, por lo que recibe una carta de Madeleine para que por favor la acompañe en esa terrible tragedia que es ver morir a su esposo. Muy comedido y bastante astuto, George ofrece ser el sostén de Madeleine, a su vuelta a París.

Tras varios meses termina convirtiendo a Madeleine en su esposa, un golpe terrible para Clotilde. Sin embargo, George decide serle fiel a Madeleine mientras que a su vez va ascendiendo en el periódico quedándose con la columna del difunto Charles, pero esto resulta no tan favorable cuando comienzan las murmuraciones de que sus artículos son de la misma línea que Forestier, incluso comienzan a llamarlo así. George comienza a sentir un apasionante odio por su difunto amigo, pues en vez de sentir que se crea su propia imagen y posición en la sociedad, sólo está reemplazando a Charles.

Madeleine resulta de pronto un recordatorio permanente de ello, pues George no deja de pensar en que antes fue esposa de Charles, y él toma las sobras de la vida de este. De esta forma, cuando George toma por costumbre hablar siempre de Charles de forma despectiva le pide a Madeleine que le confiese si le fue infiel al viejo. Cuando ella no niega –ni afirma- esto sino que le tacha de hacer preguntas ridículas, George siente una estocada a su ego, y aquí comienza a mostrarse realmente como es: calculador, arribista y sin escrúpulos. Retoma su relación con Clotilde, pero va por más, llegando a acechar a Virginie, quien fuere una señora casada, de edad, madre de dos jóvenes señoritas en edad de casarse. Y aunque Virginie, resulta mostrar algo de temple al rechazarlo no lucha por mucho tiempo contra la gran atracción que siente por George y así cae en sus brazos.

Estas tres mujeres, seducidas por Bel Ami, lo harán escalar posiciones, conocer a las personas indicadas y la información necesaria para que incluso George piense que tiene muchas probabilidades de entrar en la palestra política, sin embargo en este interludio George deja de sentir algún tipo de emoción con Virginie, y decide cortar su relación, pero lo que él no sabe es que Virginie está absoluta y completamente obsesionada con él, acechándolo tremendamente, a la vez que su relación con Madeleine se va enfriando ya que para este tiempo él sabe que si ella fue capaz de engañar a Forestier también lo puede hacer con él.

Sin embargo, en un desesperado intento de Virginie de recuperar a su amante ésta le da información que ayudará a George a ganar un muy buen dinero, aunque reacio él acepta esta ayuda, en otra instancia Vaudrec, quien fuere amigo del matrimonio Du Roy (George y Madeleine) ha fallecido dejándole toda su fortuna a Madeleine. George encolerizado por la ferviente certeza de que su esposa era amante de Vaudrec, le exige otorgarle la mitad de la herencia para acallar los rumores que pudieran surgir de tan extraño y mal visto acto, según Madeleine, sólo impulsado por la bondad y amistad que mantuviera ella con Vaudrec desde niña.

Para este punto, la información que le diera Virginie da sus frutos, haciéndolo ganar una buena cantidad de
dinero, pero nada comparada con la inmensa y exorbitante fortuna que Monsieur Walter ha ganado, lo que despierta del todo la envidia y resentimiento que alberga el alma de George, aún cuando él ya puede considerarse con una situación económica estable y elevada, el que Walter sea mucho más rico que él lo enerva. Pues se considera mucho mejor, él merece esa riqueza, según su parecer. Y es con esta premisa que posa sus ojos en Suzanne Walter, hija del matrimonio, pero ¿Cómo George llegará a Suzanne estando casado?: Fácil, probando que su esposa comete adulterio, y así lo hace, llevándose con esto no sólo un divorcio sino también el nombre de un conocido ministro cuyo puesto anhela, pues este era el amante de Madeleine.

Pero, él no es tonto, y sabe que el señor Walter no lo aceptaría como esposo para su hija, ni hablar de Virginie. Por eso él planea escapar con la inocente Suzanne, que ya le había confesado su amor y prometido ser su esposa. La hace enfrentar a sus padres dejando en un estado deplorable y psicótico a la pobre Virginie. Huye con Suzanne y el señor Walter se ve obligado a concederle la mano de la chica para salvar su reputación.

La inminente boda de George con Suzanne cae como una bola de demolición no solo sobre Virginie sino sobre Clotilde con quien George retomara relaciones durante el proceso de divorcio. Esta confrontación llega a la violencia física y él despacha a Clo de su vida de manera despectiva, pues esta le ha revelado que sabe quién es, lo que ha hecho y con quienes para llegar a donde está.

Y así, George termina por casarse con Suzanne, teniendo el puesto de segundo al mando en el periódico de Monsieur Walter, con miras a llegar a Ministro y con un buen dote por su esposa.

BEL AMI: LA HISTORIA DE UN SEDUCTOR – LA PELÍCULA



Fue a través de la película que llegué al libro, la adaptación cinematográfica (2012) de la novela de Maupassant es una exquisita pieza del séptimo arte, protagonizada por Robert Pattinson (George – Bel Ami), Uma Thurman (Madeleine), Kristin Scott Thomas (Virginie) y Christina Ricci (Clotilde).

La película por su atractivo visual, me resultó más agradable que el libro, no obstante hay que tener en cuenta que la novela de Maupassant fue escrita en 1885, el estilo narrativo resulta un poco pesado y en exceso descriptivo, de hecho, me llevó un tiempo indecible pasar la primera mitad del libro, pero una vez pasado el fallecimiento de Charles, la novela toma un ritmo más agresivo e interesante de leer. De aquí parte mi punto de ventaja para la película ya que el principio se lleva mucho más rápido.

En líneas generales, Bel Ami como novela resulta controversial para su época, y cruda, no en vano levantó fuertes críticas en contra de Maupassant de parte de los heridos periodistas, ya que resultó ser esta la profesión que ejerciera Duroy para ascender hasta la política, pero diría yo, en estos tiempos: “Si la bota te queda…”

Finalizaré estando de acuerdo con Jean-Paul Sartre: <<En el ascenso de Duroy entendemos el declive de todo una sociedad>> 

Bel Ami
Nos vemos hasta que nos veamos
XOXO

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