domingo, 30 de diciembre de 2012

Reseña de Sálvame, por Vanessa Castillo

Lo bueno de que a fin de año me de por "limpiar" mi correo es que entre trash mail y trash mail, encuentras hermosas sorpresas. Ocurrió así que encontré, una de las primeras opiniones que recibió Sálvame, por allá en 2010, un 30 de diciembre. Cuando no tenía ni la primera edición encima, cuando la publicación era algo lejano, cuando ángel Prohibido era solo un sueño.

Fueron opiniones como esta las que nos dieron el impulso a Barb y a mí de ir por más, esas opiniones llenas de pasión, porque los libros transmitieron eso, llenas de improperios porque las protagonistas llegaron a sentirse como amigas para quien leía y que ellas sufrieran de algún modo era un "ataque personal"

Hoy comparto con ustedes la opinión de Vanessa Castillo, una chica súper especial que lee de todo, y que gratamente también se dejó llevar de la mano de un Ángel Prohibido.

ADVERTENCIA: ¡ALTO SPOILER!




¡¡¡Daph!!!! ¿Qué te puedo decir? ¡obvio q me encantó! Estuvo bien hecho, no fue lenta para mí, o sea me lo leí en ¡un día! Estuvo demasiado bueno, claro, que juntaste a Marta y Robert rapidísimo, aunque me imagino que como ya se mencionaban a ellos en el primer libro.
¡Ah! por cierto, mis aplausos: ¡creaste a otro hombre con el nombre de Robert perfecto! Lo amé, me encantó: demasiado apasionado, cariñoso, lanzado, simpático y muchas cosas más ¡Fue bellísimoooo! Amé a ese hombre; awww me encantó. Amo que los libros sean de ese grupo de mujeres trabajadores, pero que atraigan a los jóvenes muy a lo “Sex and the City” Es espectacular, pero ¡¡¡DAPH!!!! ¿POR QUÉEE? Por qué me mataste a Marta después de esa vida que tuvo: un asco en el amor y todo eso, justamente cuando estaba en equilibrio con el amor y su trabajo, tú me sales con la Leucemia; definitivamente me quisiste matar; ¡pobre Robert! ¿Cómo le hiciste eso? ¡Me dolió! No paré de llorar, eso era que hasta los lentes se me llenaron de lágrimas, algo muy fuerte. Me mataste con esos últimos capítulos. Amé su relación.
Y bueno, las escenas “grrrr”… ¡Esa mujer no se cansaba, jejeje! Y el otro, ni qué se diga, pero vuelvo a decir: ¿Poooor qué me la mataste? Y como terminaste así… La última frase me mató también. ¡Dios, creo que me voy a poner a llorar de nuevo! ¡¡¡MALA!!! 
 Vanessa Castillo 
 30 de diciembre de 2010

2 comentarios:

Gracias por comentar =)